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Autoconsumo para reducir la factura eléctrica

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El continente europeo se prepara para un invierno muy duro y no por causa de las bajas temperaturas propias de la estación, sino por la situación del mercado energético.

Las previsiones adelantan que es posible un desabastecimiento de materias primas y combustibles lo que se reflejará en un notable incremento de los precios de la electricidad y los carburantes. En resumen, muchas personas serán más reticentes a poner la calefacción por miedo a que se disparen las facturas.

El precio de la luz se ha encarecido más de un 50% en el último año, más de un 30% a pesar de las rebajas de impuestos aprobadas hasta la fecha, según los datos del INE. Y no se vaticina que la situación vaya a mejorar. Según la OMIE (Operador del Mercado Ibérico de Energía) se prevé que el precio de la electricidad alcanzará los 190 euros/MWh, una cifra que supera incluso la media actual de 150 euros/MWh. 

En este contexto, el autoconsumo se perfila como un aliado para reducir el consumo de electricidad de la red durante los días más fríos del año y, por tanto, como una fuente de ahorro para las familias.

De hecho, el Consejo de la Unión Europea, preocupado por la situación actual, ha apretado el acelerador y ha anunciado un incremento en los objetivos de implementación de renovables aprobados en el paquete de medidas denominado Fit for 55. Algunas de las soluciones reflejadas en este plan de acción buscan favorecer a los consumidores de varias maneras.

Una de ellas es la mejora de la eficiencia energética. Consumiendo menos y mejor, se reduce la contaminación y los incrementos en la factura. Existen muchas formas de alcanzar este objetivo como, por ejemplo, con electrodomésticos más eficientes, hábitos sostenibles, etc.

Otra opción es optar por el autoconsumo: producir nuestra propia electricidad, renovable y barata. El autoconsumo solar contribuye a reducir el consumo de energía de la red eléctrica y además, ofrece una mayor autonomía y libertad para gestionar el consumo energético en función de nuestras propias necesidades.

Según los datos proporcionados por UNEF, en 2021 se instalaron 1.203 MW de fotovoltaica para autoconsumo en España, lo que supuso duplicar la potencia instalada en un año. Y se estima que casi 100.000 hogares han optado ya por el autoconsumo, lo cual ha hecho que pase del 19% en 2020 al 32% del total de nueva potencia fotovoltaica instalada. Y la tendencia es imparable.

El encarecimiento de los combustibles fósiles es una de las principales causas de la subida de la electricidad. Pero esta no ha sido la única consecuencia que hemos sufrido en lo que va de año. Este encarecimiento de los carburantes ha supuesto un incremento de precios de los bienes de consumo que deben ser transportados, afectando especialmente en la cesta de la compra. La escalada del IPC ha sido constante desde principios de 2022 y la subida de los precios se sitúa actualmente en el 10,4% en tasa interanual, su nivel más alto desde abril de 1985. Los ahorros que se consiguen cada mes gracias al autoconsumo constituyen una importante ayuda para permitir a las familias afrontar los efectos de la inflación con mayor soltura.

Todo esto no hace más que señalar un factor evidente: el potencial de crecimiento de la energía fotovoltaica en España es inmenso, sobre todo por la gran cantidad de horas de luz  solar de las que disfrutamos cada año. Por eso, miles de personas han descubierto en el autoconsumo un aliado perfecto para combatir los continuos aumentos de la factura eléctrica.

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