La electrificación de la flota automovilística contribuye a reducir la dependencia energética en nuestro país, altamente vinculada a las importaciones de petróleo. Apostar por la movilidad eléctrica permite, a su vez, aumentar la seguridad energética en nuestro territorio, y cumplir con los objetivos acordados en las últimas cumbres climáticas globales.
Impulsar la descarbonización de todos los sectores económicos y de nuestras actividades cotidianas es una de las mejores formas de disminuir y reparar los efectos del cambio climático. Las soluciones de movilidad eléctrica, sostenible y eficiente, apoyadas por el Programa MOVES III, son respetuosas con el medioambiente y permiten contribuir a la reducción de gases de efecto invernadero y a la mejora de la calidad del aire que respiramos en nuestras ciudades.