El investigador francés Yvan Bourgnon, preocupado por la creciente cantidad de basura en los océanos, decidió crear un singular velero impulsado por plástico
Manta, que así se llama el catamarán diseñado por Bourgon, gracias al uso de una innovadora tecnología es capaz de recoger los plásticos que yacen en el fondo de los mares y océanos y convertirlos en electricidad logrando, con una extraordinaria eficacia, transformar entre el 90% y el 95% de los contaminantes recogidos. Se calcula que en un año Manta puede limpiar masas de agua de hasta 10.000 toneladas de basura.
¿Cómo funciona un catamarán de plástico?
El velero está impulsado por una combinación de tecnología avanzada de navegación y un sistema innovador de motor eléctrico.
Para proporcionar energía, los residuos se convierten, por pirólisis, en un gas sintético que alimenta todos los equipos eléctricos a bordo.
La pirólisis es la descomposición de las moléculas químicas a temperaturas muy altas, sin oxígeno ni otras sustancias. Es respetuoso con el medio ambiente, ya que no emite CO2 ni otros contaminantes.
Una vez que Manta entrega un lote específico de basura, el personal del barco comenzará a seleccionarlo, separando el plástico de otros desechos. A continuación, el plástico se tritura en forma de gránulos. Estos se utilizan en el proceso de pirólisis, que los convierte en gas de síntesis. Los 100 Kw de electricidad generados por el gas alimentan el sistema de navegación, las turbinas y otros equipos eléctricos.
El proyecto también incluye el uso de una turbina eólica y paneles fotovoltaicos como refuerzo para alimentar los motores eléctricos.
Esperanza para el futuro
El proyecto de Yvan Bourgnon es muy ambicioso. Como dijo en una de sus entrevistas: „Esta es la última llamada para salvar a nuestro planeta del desastre total, y por eso decidí crear la Manta. Siguiendo el ejemplo del viajero e inventor, nosotros también deberíamos poner nuestro granito de arena para proteger nuestro entorno.Debemos darnos cuenta de que la inversión en paneles fotovoltaicos, tecnología eólica u otras fuentes de energía renovable puede detener el inevitable final que los ecologistas llevan años advirtiendo.
Esperemos que el proyecto del catamarán de plástico sea todo un éxito sin demasiadas complicaciones. Aunque aún no se ha determinado la ubicación de destino de la nave, el equipo que trabaja en ella, afirma que en un plazo estimado de dos años estará preparada. Esto sugiere que los primeros modelos entrarán en producción en masa alrededor de 2024.
