El Gobierno y la Unión Europea se plantean constantemente medidas para mitigar la subida descontrolada del precio de la luz, como la disminución al 10% del IVA del precio de la electricidad que vimos durante este año; pero no sólo eso, porque también se plantean medidas a medio y largo plazo para conseguir una transición ecológica real y justa.
Una de estas medidas es la conocida como Hoja de Ruta del Autoconsumo Solar y Fotovoltaico para 2030, que representa una apuesta firme del Gobierno por la energía fotovoltaica, la opción mayoritaria para ser la fuente de cambio del modelo energético nacional.
¿Qué plantea la Hoja de ruta del Autoconsumo?
Aprobada por el Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), tiene como fin establecer medidas para asegurar un despliegue masivo del autoconsumo solar en España en los próximos años.
Y es que según un estudio del Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE), el autoconsumo puede conseguir entre 9.000 MW y 14.00 MW de potencia instalada en el año 2030: desde 2018, cuando se finalizó el conocido como “Impuesto al Sol”, el autoconsumo en nuestro país se ha multiplicado por 2,5 hasta alcanzar casi los 600 MW instalados durante el año 2020.
Pero para crear esta Hoja de Ruta del Autoconsumo se tuvo en cuenta algunas consideraciones en un proceso de audiencia pública, para introducir mejoras como una mayor definición en la figura del “gestor de autoconsumo”, comentarios sobre la cadena de valor en pequeñas y medianas empresas, y el reconocimiento del potencial del autoconsumo como elemento de reducción en el coste extra de la generación eléctrica no peninsular.
La Hoja de Ruta del Autoconsumo recoge 37 medidas de sensibilización formación a profesionales o divulgación, con el fin de mejorar el conocimiento y la aceptación del autoconsumo por parte de toda la población, ya que esta se ha identificado como una de las principales barreras para su implementación en España.
También contempla medidas de impulso al autoconsumo colectivo, como en comunidades de vecinos, y cambios normativos para mejorar la agilidad en la tramitación de instalaciones.
Asimismo, este documento quiere mejorar la competitividad industrial gracias a la reducción de los costes energéticos; el desarrollo de la cadena de valor ya existente; y el fomento de la búsqueda de nuevos negocios. Para ello se contemplan actuaciones que contribuyan a la implantación del autoconsumo en sectores como el industrial o de servicios.
Por último, entre las medidas que merecen ser destacadas nos encontramos la creación de una Mesa Nacional de Autoconsumo con las comunidades autónomas; y establece un grupo de trabajo con las entidades locales, a fin de mejorar la coordinación entre las Administraciones.
Toda esta propuesta se respalda en el Real decreto 477/2021, texto legal donde se publicaron a finales de junio los detalles de 6 programas de ayudas de los fondos Next Generation EU. Gracias a estas subvenciones también se ha dado la oportunidad de solicitar ayudas para nuevas instalaciones de autoconsumo solar fotovoltaico, ampliación de instalaciones ya existentes o sistemas de climatización. Además, este Real Decreto incluye a particulares, Administración Pública, sector servicios y empresas.
¿Cómo afecta todo esto a la energía fotovoltaica?
Concretamente, busca llegar a una potencia instalada de 9.000 MW que se distribuirá en distintos sectores: casi 5.800 MW se implementarán en el sector comercial, cerca de 2.000 MW lo harán en el residencial y más de 1.100 MW en el industrial. Gracias a estos objetivos generales, se espera reforzar el proceso de sustitución de combustibles fósiles por energías limpias o renovables en los sistemas de calefacción y refrigeración en más de 40 mil hogares.
Paralelamente, también se prevé que el paquete de ayudas incentive la creación de 25.000 puestos de trabajo directos e indirectos, generando al mismo tiempo un crecimiento del PIB nacional y una reducción de las emisiones de CO2 de más de 1 millón de toneladas al año.
Y es que el autoconsumo es un elemento clave de la Estrategia de Descarbonización a Largo Plazo y de la consecución de una economía neutra en carbono para 2050. Asimismo, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030 prevé la elaboración de una Estrategia Nacional de Autoconsumo.
El IDAE nos explica que nuestra región tiene una posición privilegiada para el autoconsumo: presenta ventajas competitivas al disponer de mejores recursos renovables, especialmente en energía solar, y ya cuenta con una sólida cadena de valor industrial, con: fabricantes líderes mundiales de inversores y estructuras dentro del sector fotovoltaico, importantes fabricantes de turbinas minieólicas o grandes empresas de ingeniería y desarrollo
