No menu items!

Fomento de las energías renovables: ayer y hoy

Debe leer

El crecimiento de las energías renovables es ya un movimiento imparable, como vemos reflejado en las estadísticas aportadas por la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que prevé que la participación de las renovables en el suministro eléctrico global pasará del 26% en 2018 al 44% en 2040, y proporcionarán ⅔ del incremento de demanda eléctrica registrado en ese período, principalmente a través de tecnologías eólicas y fotovoltaicas. 

Este desarrollo se encuentra innegablemente unido a la necesidad de frenar el cambio climático y sus consecuencias en nuestro planeta, debido a la ventaja de las energías renovables de ser fuentes de energía limpias, inagotables y crecientemente competitivas. Y es que, su característica principal de no producir ningún tipo de gas de efecto invernadero ni emisión contaminante las convierte en un engranaje imprescindible para limitar los efectos del calentamiento global. 

Pero para llegar al contexto actual han sido necesarias multitud de medidas y de acuerdos que fomentasen la implementación e innovación de distintas energías renovables. En nuestro artículo de hoy te queremos contar un breve recorrido por los puntos claves de este fomento. 

Negociaciones climáticas a lo largo de los años

A lo largo de las continuas Conferencias de las Partes, más conocidas como COP, se han ido implementando nuevos elementos en la arquitectura internacional de las negociaciones sobre el cambio climático que han permitido afrontar retos como la financiación o el desarrollo de tecnologías que mitiguen el cambio climático. 

En primer lugar, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, realizada en Río de Janeiro en 1992, reflejó el consenso internacional a la hora de abordar el problema del cambio climático. En su celebración se creó la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), firmada inicialmente por 166 países y que entró en vigor el 21 de marzo de 1994, actualmente ha sido ratificada por 197 países. 

Tras esta primera conferencia podemos definir al Protocolo de Kioto como la puesta en práctica de la CMNUCC, que supuso en su momento el primer compromiso a nivel global para poner freno a las emisiones responsables del calentamiento global y sentó las bases para futuros acuerdos internacionales sobre cambio climático. Aunque el Protocolo fue firmado el 16 de marzo de 1998, su entrada en vigor no se vio hasta el 16 de febrero de 2005.

Desde el año 1992 se han alcanzado otros hitos en el proceso negociador, en eventos como las Conferencias de las Partes. Algunos de los acuerdos más importantes sobre el cambio climático y que han afectado al desarrollo de las energías renovables son: 

  • El establecimiento del objetivo para países desarrollados de aportar 100 mil millones de dólares para proyectos de financiación climática en países en vías de desarrollo.
  • La formalización del objetivo de limitar el aumento de la temperatura global por debajo de 2ºC respecto al nivel de la era preindustrial.
  • El lanzamiento de un grupo de trabajo de la Plataforma de Durban (Ad Hoc Working Group on the Durban Platform) para alcanzar un acuerdo climático vinculante y global para el periodo posterior al año 2020. 
  • El segundo periodo de compromiso derivado del Protocolo de Kioto que se extiende hasta 2020 a través de la conocida Enmienda de Doha (COP18).
  • El lanzamiento de la Alianza de Marrakech para la Acción Climática Global como plataforma para involucrar la sociedad civil y potenciar su papel en el proceso de acción climática mundial. 

Acuerdo de París

Por otra parte, el 12 de diciembre de 2015 se aprobó el texto del Acuerdo de París, un pacto con fuerza legal que contiene todos los elementos necesarios para crear una estrategia mundial de lucha contra el cambio climático para el periodo post 2020 – ya que el periodo anterior encontramos que ya estaba cubierto por la segunda fase del Protocolo de Kioto (Enmienda de Doha), y algunas de las principales cuestiones que trataron son las siguientes: 

  • Objetivos a largo plazo

Se fija el objetivo de limitar el incremento global de la temperatura por debajo de los 2ºC a finales de siglo respecto a los niveles de la era preindustrial, con la posibilidad de ampliar este objetivo hasta los 1,5ºC. 

  • Contribuciones nacionales

Obliga a todos los países firmantes a presentar Contribuciones Climáticas Nacionales que deberán ser actualizadas periódicamente, incrementando el nivel de ambición de manera progresiva para poder alcanzar el objetivo definido a largo plazo. 

  • Intercambio de reducciones de emisiones entre países y señal de precio al CO2

Este acuerdo incluyó disposiciones que posibilitan el intercambio de emisiones como avances en el desarrollo de esquemas de precio al carbono. Bajo la denominación de “enfoques cooperativos”, se dio la opción de una transferencia internacional de resultados de mitigación, un comercio internacional de emisiones, y la creación de un mecanismo de mitigación y desarrollo sostenible. 

  • Financiación

Mantiene la obligación a los países desarrollados de continuar liderando las aportaciones financieras, pero por primera vez se hizo una llamada a “otras partes” a prestar apoyo financiero de manera voluntaria. De esta manera, se urge a los países desarrollados a concretar una hoja de ruta para poder alcanzar el objetivo de 100.000 millones de dólares anuales de financiación climática en 2020. 

  • Monitorización, reporte y verificación (MRV) de las actualizaciones realizadas

Incluye un marco de transparencia no intrusivo ni punitivo, pero que debía servir para generar confianza entre los distintos agentes. También se establece que, a partir de 2023, cada cinco años la Organización de las Naciones Unidas (ONU) hará un balance global de la implementación del acuerdo y los avances realizados. 

  • Transferencia de tecnología

Reconoce la necesidad de acelerar la transferencia tecnológica a países en vías de desarrollo e indica que se utilizarán los mecanismos técnicos y financieros disponibles. Se anuncian medidas para fortalecer el mecanismo existente que, en base a las necesidades tecnológicas para alcanzar una vía de emisiones compatible con el objetivo de los 2ºC, establecerá los principios para incentivarlo en los países en desarrollo. 

  • Adaptación

Se insta a las partes a crear una planificación adecuada e implementar medidas, determinando, en el caso de los países en vías de desarrollo, la necesidad de apoyo financiero y técnico para poder llevarlo a cabo. 

La implementación del Acuerdo de París se fue completando a los largo de los últimos años, aportando como uno de sus principales hitos la aprobación del Libro de reglas del Acuerdo de París durante la Cumbre Climática de Katowice (COP24). Este documento permite, entre otras cosas, hacer operativos y comparables en términos homogéneos la distinta información y compromisos, establecer gobernanza de cumplimiento del Acuerdo, desarrollar la metodología de diagnóstico global, reforzar los temas de adaptación y la transferencia de tecnologías, y lanzar negociaciones con el objetivo de obtener financiación climática a 2025.

Medidas de la Unión Europea para aumentar las energías renovables

Al depender en gran medida de las importaciones energéticas, sobre todo de gas natural (90%) y petróleo (97%), la Unión Europea es vulnerable ante cualquier perturbación que pueda incrementar los precios, por ello está lanzando numerosas propuestas para reducir las emisiones del sector de la energía y garantizar un suministro seguro. 

Algunas de ellas serían mejorar las conexiones entre los países de la Unión Europea, conectando las infraestructuras energéticas y revisando las reglas sobre la financiación de los proyectos transfronterizos para contribuir a diversificar el suministro y abordar mejor las posibles interrupciones. 

También se quiere implementar el hidrógeno renovable para producir energía, el cual no emite gases de efecto invernadero y permitiría descarbonizar sectores industriales de alto consumo energético. Se estima que el hidrógeno limpio podría alcanzar el 20-50% de la demanda de energía en el transporte y el 5-20% en la industria de la UE de aquí al año 2050.

Por último, en el mes de mayo, la Comisión Europea presentó el Plan RePowerEU, que incluye medidas de ahorro de energía, diversificación de las fuentes de suministro y despliegue acelerado de energía renovable para reemplazar los combustibles fósiles en viviendas, hogares y generación de energía. 

Entre las medidas más destacadas se incluye el aumento del objetivo principal para 2030 de energías renovables de un 40% a un 45%, plantea el lanzamiento de una Estrategia Solar UE cuya finalidad sería duplicar la capacidad solar fotovoltaica para 2025 e instalar 600 gigavatios para 2030.

Situación de las renovables en España

Derivado de las diversas normativas y regulaciones europeas, España se ha visto abocada a abordar también planes que incentiven el desarrollo de las energías renovables en su territorio. El último de ellos es el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030, cuyo borrador ya ha sido aprobado por el Consejo de Ministros. Este texto, que ha de ser entregado por todos los Estados miembros para planificar el cumplimiento de sus objetivos y metas en materia de cambio climático en coherencia con el Acuerdo de París, define los objetivos nacionales de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), la incorporación de energías renovables y medidas de eficiencia energética, entre otras cuestiones. 

Los principales resultados que busca alcanzar el PNIEC son: 

  • La reducción del 21% de las emisiones de gases de efecto invernadero respecto a niveles del año 1990, y es que, al finalizar el 2017, España estaba 18 puntos porcentuales por encima de esa referencia.
  • Alcanzar un 42% de energías renovables sobre el uso de energía final del país, y más específicamente en el caso de la generación eléctrica, este porcentaje de renovables en 2030 será del 74%. 
  • Mejorar la eficiencia energética del país en un 39,6%.

Y es que, el impulso de las energías renovables en la próxima década es uno de los principales vectores para alcanzar los objetivos del PNIEC, previendo para el año 2030 una potencia total instalada en el sector eléctrico de 157GW, de los que 50 GW serán energía eólica; 37 GW solar fotovoltaica; 27 GW ciclos combinados de gas y 16 GW hidráulica, siendo estos los porcentajes más grandes. 

España se encuentra en disposición de abordar la tan necesaria descarbonización de nuestro sistema energético y aprovechar la gran oportunidad de crecimiento económico y de empleo sostenible, con grandes beneficios sociales y económicos locales que supone el impulso de las energías renovables. 

Y si te has quedado con ganas de saber más sobre las energías renovables y todo el mundo que abarca no te pierdas nuestros próximos artículos, en los que hablaremos sobre la energía eólica, su desarrollo y las innovaciones más importantes. 

Últimas noticias

La Región de Murcia bonificará las instalaciones fotovoltaicas y la compra de coches eléctricos

Tanto a nivel europeo como nacional, se están adoptando una serie de medidas y ayudas para incentivar el uso...
spot_img

Más artículos como este