¿De suelo, agua o aire?
Existen 3 tipos de bombas de calor: de tierra, de aire y de agua.
La opción más común y también la más barata (entre otras, por su fácil instalación) es la bomba de calor de aire. A temperaturas superiores a -15 °C, esta bomba es también una solución muy económica y contribuye a un alto nivel de eficiencia energética del edificio. Una bomba de calor geotérmica extrae la energía de las reservas de calor del suelo. Es la opción más estable y no se ve afectada por las condiciones meteorológicas.
La bomba de calor proporciona calor, refrigeración y agua
La bomba de calor es idónea, sobre todo, para las viviendas nuevas de bajo consumo, en las que funcionan con calefacción por suelo radiante o por pared. En edificios aislados y modernizados también puede alimentar radiadores, pero esta solución se considera menos eficiente desde el punto de vista energético. Una bomba de calor no sólo calienta el edificio si no que también permite enfriar las habitaciones. Es autosuficiente, totalmente seguro y económico. Si se selecciona adecuadamente, se amortizará en pocos años de funcionamiento.
Merece la pena considerar e invertir en una solución de este tipo. Es una fuente de energía fiable y medioambiental.