Brendon Grimshaw compró Moyenne Island a principios de los años 60. Plantó 16.000 árboles y consiguió atraer a la isla a 2.000 aves y 120 tortugas gigantes, creando el parque nacional más pequeño del mundo.
Grimshaw plantó un total de 16.000 árboles (como palmeras y mangos) en Moyenne, incluidos 700 árboles de caoba que alcanzan alturas de más de 20 metros. Este amante de la naturaleza también atrajo a la isla unas 2.000 aves nuevas, que ayudó a cuidar. Con los años, Grimshaw se ha convertido también en el cuidador de 120 tortugas gigantes en peligro de extinción, de las que la isla está ahora llena. Moyenne, gracias a los esfuerzos de su propietario, contiene a día de hoy más de dos tercios de todas las plantas endémicas de las Seychelles.
A Brendon le ofrecieron 50 millones de dólares por la venta de la isla, pero se negó diciendo que no quería que la isla se convirtiera en un destino vacacional para millonarios, sino en un parque nacional para que todos pudieran disfrutar.
Finalmente, en junio de 2008, tras años de lucha por proteger su isla de la privatización, la isla Moyenne de Grimshaw fue declarada Parque Nacional de las Seychelles.
Brendon siempre estaba dispuesto a ser entrevistado por los numerosos visitantes de la isla. Fue un devoto amante de la naturaleza que dedicó más de medio siglo a su visión. Tras la muerte de Grimshaw en 2012, la isla está a cargo de un gobernador designado por las autoridades que continúa su labor.