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Todo lo que necesitas saber sobre el aceite de palma

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El aceite de palma es el aceite vegetal más utilizado, incluso por delante del de soja o de colza;  producido a partir de los frutos de la palma africana (Elaeis guineensis) se ha convertido en una materia prima usada a nivel global para la elaboración de una gran cantidad de productos, tanto de la industria alimentaria como cosmética

Este aceite vegetal hace tiempo que desplazó a las grasas hidrogenadas, demostradas ya que son nocivas para la salud; pero este aceite también es demasiado rico en grasas saturadas y se encuentra denostado tanto por nutricionistas como por ecólogos, por su fuerte impacto en el medio ambiente. 

En este artículo te hablamos de los inconvenientes que presenta este tipo de aceite vegetal tanto a nivel médico como ecológico. 

¿De dónde procede el aceite de palma?

La palma aceitera se cultiva en países tropicales, lugares donde a menudo supone una base importante para las economías locales, así como una materia prima para la industria local. 

El 85% de la producción mundial se concentra en Indonesia y Malasia, donde ha supuesto un fuerte impacto ambiental y social. Otros grandes países exportadores de aceite de palma son Papúa Nueva Guinea, Colombia, Tailandia, Camboya, Brasil, México y África occidental. 

El incremento de monocultivos intensivos, como son en este caso las plantaciones de aceite de palma, especialmente en el sudeste asiático, se ha asociado con la deforestación de los bosques tropicales, la apropiación de tierras pertenecientes a comunidades autóctonas, abusos contra los derechos humanos o muerte de ejemplares de diferentes especies animales, como elefantes, orangutanes y tigres de Sumatra. 

Según el Programa Medioambiental de las Naciones Unidas (UNEP), las plantaciones de aceite de palma son consideradas la principal causa de deforestación en Malasia e Indonesia, ya que aproximadamente un 50% y 70% respectivamente de las plantaciones de estos países, están situadas en zonas que previamente eran bosques tropicales. 

Pero su principal éxito se debe a que es un producto económico, versátil y en un mercado estable, y algunas de las razones para que el de palma se haya convertido en el aceite vegetal más consumido del mundo son: 

  • En alimentación, su condición sólida a temperatura ambiente y su textura untuosa permite sustituir la mantequilla o las grasas hidrogenadas de muchos de multitud de productos procesados.
  • Es un ingrediente difícil de sustituir en otros sectores industriales, como son el de la cosmética o los productos de limpieza. Además, su cultivo es más rentable que el de sus sustitutos, como el aceite de soja o el de coco. 

Sus efectos en la salud

Las luchas contra el aceite de palma por sus efectos sobre la salud llevan vigentes bastantes años, y el argumento principal siempre ha sido su perfil lipídico, es decir, la naturaleza de los ácidos grasos que lo componen. Básicamente el aceite de palma es una grasa especialmente rica en ácidos grasos saturados, directamente relacionados con el incremento de distintas enfermedades metabólicas. 

La mayor parte de las instituciones sanitarias recomiendan evitar en la medida de lo posible el consumo de alimentos portadores de grasas saturadas. Algunas de estas instituciones son la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), la Organización Mundial de la Salud (OMS), las recientes Guías Dietéticas para Norteamericanos, y ya en nuestro país, la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (FESNAD).

El aceite de palma se considera como una de las peores grasas saturadas, al ser un ácido graso de cadena de carbonos relativamente corta – 16 átomos – y par, pero teniendo en cuenta también la manera en la que se procesa el aceite de palma se ha publicado un informe de parte de la EFSA titulados “Contaminantes presentes en los aceites vegetales fruto de su procesamiento”

En este informe cobra especial protagonismo el carácter genotóxico y carcinogénico de una familia de compuestos llamados ésteres glicidílicos de ácidos grasos, que se forman por el tratamiento de los aceites vegetales a altas temperaturas. Esto es algo habitual en el caso del aceite de palma, ya que dicho proceso es necesario para eliminar su marcada apariencia rojiza y mejorar su sabor y olor. 

Estos compuestos son los que una vez ingeridos se transformarían gracias a nuestro metabolismo en glicidol, una sustancia con un marcado carácter teratogénico y sobre el que no se ha establecido un nivel de ingesta seguro. 

Impacto sobre el medio ambiente

Una de las cuestiones más controvertidas, y que siempre están sobre la mesa, respecto a la producción de aceite de palma es dilucidar si es posible o no una producción sostenible, y la respuesta más extendida es que es muy difícil que el cultivo de la palma aceitera sea sostenible: al ser un monocultivo que se da en zonas tropicales suele estar asociado a la pérdida de biodiversidad, deforestación y contaminación.

Además, aunque el país productor reciba ingresos por la exportación del aceite de palma, los grandes perjudicados suelen ser las comunidades autóctonas, que habitualmente ven cómo desaparece su modo de vida tradicional a cambio de un puesto de trabajo en una gran plantación. 

Respecto a la deforestación, el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP) asegura que en algunos casos se han llegado a crear de forma ilegal plantaciones en áreas naturales protegidas, lo que provoca una importante pérdida de biodiversidad, ya que los cultivos tienen un fuerte impacto en estas zonas tropicales y desplazan a numerosos seres vivos que habitan en bosques, al mismo tiempo que se eliminan corredores naturales o se dañan puntos calientes de biodiversidad. 

Por otra parte, el uso indiscriminado de pesticidas, trampas y vallas eléctricas o los disparos a animales que entran en cultivos son un problema añadido, que provoca la desaparición de multitud de especies, sin olvidar las que ya se encuentran en peligro de extinción

Además de la deforestación y la extinción de especies, la producción del aceite de palma genera la emisión de CO2 a la atmósfera, a lo que se suma el uso indiscriminado de pesticidas. Todo ello provoca un aceleramiento del cambio climático y la contaminación del aire. La principal razón es que los bosques actúan como sumideros de carbono que retienen el dióxido de carbono (CO2), uno de los principales gases de efecto invernadero implicados en el calentamiento global, y con la quema de los bosques para sustituirlos por cultivos de palma, se libera el CO2 que tenían. 

Certificados de aceite de palma sostenible

Para intentar hacer frente a esta situación, se ha llevado a cabo una iniciativa internacional voluntaria, la Mesa Redonda para el Aceite de Palma Sostenible, o RSPO por sus siglas en inglés, que presenta la ventaja de agrupar a todos los actores de esta industria, desde productores, a distribuidores, fabricantes y ONGs.

La RSPO ha creado un sistema de certificación de aceite sostenible, que establece una serie de criterios y sistemas de auditoría que pretenden garantizar que la producción respete los derechos laborales y de las comunidades indígenas, que no se ocupen nuevos lugares de gran valor medioambiental y que no se amanece la biodiversidad, además de fomentar prácticas agrícolas más limpias. 

Esta organización cumple sus objetivos, pero presenta ciertos matices, como son: 

  • Que sólo es válido para las nuevas plantaciones, pero no soluciona los problemas creados en el pasado y que ahora forman parte de la RSPO. 
  • Es mejorable, ya que aún existen aspectos como el cambio climático o la prohibición de pesticidas especialmente peligrosos que todavía no se han abordado. 
  • Actualmente aún no se han realizado estudios de impacto que avalen que realmente suponen una mejora en el terreno. 

Pero la RSPO certifica, bajo el sello CSPO, que el aceite de palma se produce de forma sostenible y que lo que se vende bajo esta nomenclatura sí que se considera aceite producido en plantaciones certificadas. 

Otro certificado sostenible y bajo el paraguas de la RSPO es el sello Green Palm, cuyos responsables son una organización con sede en Reino Unido, que utilizan un sistema de recompensas para los productores de aceite de palma que asumen sus criterios y cuya lista es cada vez más extensa. 

Tras toda esta información, ¿qué opinas tú de este aceite vegetal? ¿Crees que es necesario y beneficioso reducir su uso, tanto para el medioambiente como para nuestra salud? ¿Y ya intentas no consumir productos que lo contengan?

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