El gasto eléctrico es uno de los más grandes dentro de la economía doméstica. Con la situación actual de continuas subidas del precio de la luz, que solo en España se ha incrementado en un 71% en el último año, conviene adoptar nuevos hábitos para realizar un uso responsable de la electricidad y no tener facturas desorbitadas a fin de mes.
Por ello, para ahorrar luz en la medida de lo posible, os proponemos a continuación una serie de consejos muy fáciles de aplicar en el día a día que mejorarán nuestros hábitos de consumo energético.
- Sustituir las bombillas convencionales por LEDs. Consumen cerca de un 60% menos de energía y proporcionan una iluminación similar. El mejor sistema para hacer el cambio es a medida que se vayan estropeando nuestras bombillas actuales.
- Adquirir electrodomésticos sostenibles. A l hora de comprar, es importante tener en cuenta el nivel de eficiencia energética de los equipos.
- Evitar el gasto en stand-by. Supone entre el 5% y el 20% del gasto total de una casa.
- Desenchufar todos los aparatos eléctricos que no estén siendo utilizados. Esto también se aplica a los dispositivos que estén cargando. Aunque la batería esté completa, siguen consumiendo electricidad.
- Apagar el router. Por las noches, al salir de casa y siempre que no esté siendo utilizado. Un router consume más energía que un ordenador portátil.
- Ajustar el brillo del monitor del ordenador. Según las necesidades de cada momento.
- Lavar los platos y la ropa con agua fría.
- No abusar de los sistemas de climatización de la casa. En ocasiones no es necesario poner la calefacción o el aire acondicionado al máximo. También es recomendable no obstruir la salida de estos elementos con ropas u otros objetos.
- Optimizar el aislamiento del hogar. En relación al consejo anterior, es aconsejable revisar las puertas y ventanas de la vivienda, para asegurarnos que no suponen una fuga de frío o calor. Esto nos permitirá ahorrar mucha energía en todas las estaciones del año.
- Realizar un uso razonable de cortinas y persianas. En invierno deben estar completamente abiertas para dejar pasar la luz. Por el contrario, en verano es recomendable que estén cerradas para preservar el frescor dentro de la vivienda.
- Revisar la factura eléctrica. Por último, podéis comprobar si vuestra potencia contratada es la que realmente necesitáis en casa.
Como podéis observar, son una serie de pasos muy sencillos que pueden ayudar a mantener la factura en unos importes razonables y que, además, nos ayudan a ser más respetuosos con el medioambiente.
