Existe una tendencia cada vez mayor, sobre todo entre la gente joven, orientada a llevar un estilo de vida más sostenible. Eso se refleja en muchos aspectos de la vida diaria como pueden ser la alimentación, la ropa, el transporte y por supuesto la vivienda.
Y es que esforzarse por crear una vivienda ecológica y respetuosa con el medioambiente reporta múltiples beneficios, no solo al entorno, sino también a nosotros a modo de ahorro energético y comodidad.
Dado que los presupuestos para comprar y amueblar una casa son limitados, no siempre se pueden seguir al pie de la letra todos los pasos para lograr tener un hogar sostenible. Pero que eso no nos desanime. Afortunadamente hay muchas formas sencillas y sobre todo baratas para conseguir que nuestras casas sean más ecofriendly.
A continuación, compartimos con vosotros algunos de nuestros trucos.
- Intentar comprar con empresas que solo fabrican productos ecológicos. La emisión de gases de efecto invernadero, es una de las causas por las cuales nuestro hábitat se ha visto afectado. Esta es una realidad que nos pide adoptar nuevas tendencias, en particular dentro de nuestra elección de productos a consumir. Ya sean lámparas, pintura, muebles o cualquier otro elemento de decoración procura buscar aquellas que empleen métodos de fabricación respetuosos con el medioambiente. También se puede verificar el origen y la composición de los productos que vayamos a adquirir.
- Upcycling. También conocido como súper reciclaje. Es un término que hace referencia a la acción de dar una nueva vida a los productos usados. Ejemplos muy comunes son la restauración de muebles, convertir pallets en mesas o un somier, usar chatarra como decoración, etc. Estos elementos añaden un toque “retro” a la casa y además tiene un impacto duradero en el medioambiente.
- Plantas y flores para crear espacios verdes. Una casa ecológica se diferencia de las viviendas ordinarias por el aspecto natural que desprende. En cuanto a la decoración interior, puedes llenar tu habitación con flores colocadas en objetos reciclados. Las plantas y flores en los interiores son la representación por excelencia de un compromiso ético con la causa ecológica. Además, aportan alegría a la casa y nos ayudan a desarrollar aprecio por la naturaleza.
- Pensar a largo plazo. Por extraño que parezca esta quizá sea la pauta más difícil de cumplir ya que implica hacer una compra crítica de nuestros muebles pensando en su durabilidad. Como refleja la famosa frase “lo barato sale caro” muchos muebles fabricados con aglomerados sufren un desgaste más rápido que aquellos hechos con materiales naturales. Obviamente invertir en estos elementos de calidad superior es más costoso pero este gasto reporta mayores beneficios en el futuro. Todo se resume a lo que hemos comentado al principio: intentar alcanzar la sostenibilidad dentro de nuestras posibilidades.
Debemos tener siempre en cuenta que, los muebles y elementos decorativos del hogar (como prácticamente todas las acciones que realizamos a lo largo de nuestra vida) tienen un impacto, mayor o menor, en el medioambiente y pueden contribuir a mejorarlo o deteriorarlo.
En nuestra mano está tomar decisiones correctas y adoptar unos hábitos de consumo responsable para reducir nuestra huella de carbono.
